Conversando de diferentes temas con amigos ajedrecistas latinoamericanos en una de las rondas de la Olimpiada de Bakú, alguien trajo a colación el personaje adulador, lambón o lisonjero que abunda en nuestros países. A tal efecto, me surgieron algunas ideas para elaborar este trabajo que retrata a muchos de esos pintorescos personajes del Ajedrez.
Lambón: Individuo que dice o hace cosas a propósito para conseguir el favor de alguien. Persona interesada y oportunista de bajo calibre.
EL LAMBOCHESS
El lambochess es un personaje típico en el ambiente del Ajedrez latinoamericano. Es común verlo en los torneos, en las peñas ajedrecísticas y en diferentes actividades del Juego Ciencia. Por supuesto, también está presente en las redes sociales. Unos se forman en el camino de la vida y otros nacen con esa malformación intelectual.
Por lo general el lambochess es una persona de baja autoestima, sin criterio propio y por demás, mentiroso. Posee un nivel educacional mediocre y en muchos casos carece de una trayectoria personal digna. Llega al Ajedrez por azares de la vida o quizás lo descubrió en una cárcel de los Estados Unidos o en un Centro de rehabilitación. Su norma de comportamiento es vestirse de oveja y agradar en todo momento al preferido/adulado, siempre con una segunda intención: económica.
Es el caso del lambochess interesado, que su principio es defender al preferido en todo momento, es capaz de tratar de ofender sin piedad y rabiosamente en caso de que este sea tocado con el pétalo de una rosa. Su misión es robarle una sonrisa al adulado y de esa forma conseguir alguna prebenda; a veces lograr un empate con un jugador más fuerte; o que le permitan participar en un evento para el cual no tiene el nivel adecuado; obtener alguna migaja económica para poder subsistir, conseguir algún carguito en el Ajedrez o que le den la oportunidad de viajar al extranjero, o sea, siempre con un motivo material o económico. Por algo es el lambochess interesado. Sobrevive de recibir recompensas por hacer favores. Es un lambón profesional.
Esa es su profesión, no sabe hacer otra cosa ya que su nivel cultural no le da para ser independiente de pensamiento. Eso sí, es muy obediente y servil con su preferido. Es un profesional de la mentira, el chisme, la tergiversación y las calumnias: sus armas favoritas a falta de argumentos para rebatir cualquier señalamiento que ponga en peligro su triste existencia o la de cualquiera de sus preferidos. Su mayor satisfacción es recibir del preferido una palmadita en el hombro; eso lo emociona y lo hace sentirse super realizado.
Me dicen ajedrecistas amigos de Centroamérica que existe el lambochess árbitro, el cual realiza la doble función de dirigir un torneo y al mismo tiempo aprovechar cualquier coyuntura en una partida, para favorecer a un jugador preferido porque en caso de que este alcance un premio, el lambochess exige alguna porción que el jugador le brinda sin discutir mucho, con tal de salir rápido del pícaro y pedigueño personaje. Sí, porque me afirman que este tipo de adulador es un buen corrupto.
Las facultades histriónicas del lambochess le reporta muchos simpatizantes, el tipo hace reir con sus historietas cómicas. Es un experto en eso, pero en el fondo la gente lo desprecia porque conoce la calaña maquiavélica de este pintoresco personaje del folklor ajedrecístico latinoamericano.
En algunos países el lambochess se aprovecha de la buena fe y la honestidad de directivos preferidos para escalar posiciones en estamentos del Ajedrez; entonces se convierte en un vividor extremadamente dañino porque logra ejercer su maligna influencia con el objetivo de seguir siendo favorecido económicamente. Es lo que le interesa realmente, no el desarrollo del Juego Ciencia.
Pero no siempre el lambochess encuentra terreno en el adulado ajedrecista; a veces éste lo utiliza con un determinado límite de acercamiento porque sabe que es ruin y rastrero. Me han comentado casos de que el preferido le dice al lambochess que lo espere en tal lugar y éste, cumpliendo los deseos de encontrarse con él, sale ansioso y veloz para el sitio, sin darse cuenta que fue un jaque a la descubierta del preferido, que fue para otra parte para así evitar la presencia del lambochess toda la noche. Y este pobre se queda esperando todo el tiempo, melancólico y deprimido con una cerveza en la mano porque perdió una gran oportunidad de dar coba y hacer chistes, sus especialidades para congraciarse delante del adulado. Claro, su cerebro de mal ajedrecista no es capaz de ver esa celada que le preparó el adulado.
El lambochess interesado es muy nocivo en el entorno del Ajedrez. Su interés de supervivencia le hace ver al preferido que todo es maravillas, que juega muy bien, o que sus malos resultados en un torneo son por culpa del hundimiento del Titanic. Y así, de verdad lo hunde en las profundidades, apoyándolo con lisonjas de veneno y halagos de plomo. Pero no importa, sus intereses están por encima de todo. En definitiva el preferido es un trampolín para conseguir sus objetivos.
Una de sus cualidades personales es que tiene alta tendencia a salir en fotos con los preferidos porque de esta forma se hace conocer, y así la posibilidad de ampliar su campo de acción ajedrecístico lamboneril.
El problema de esta versión de lambochess es que según varían sus intereses, o los del preferido, se vuelve traicionero y cambia su piel por tal de mantener sus prebendas económicas. Sin embargo, el desconoce que Roma paga, pero desprecia a los traidores.
Por otra parte, existe el lambochess de nacimiento. Este no halaga por interés económico, es por vocación. Nació lambón. Y un día se da cuenta que es mejor desempeñarse como tal ante los Maestros que ante los aficionados y prefiere más a los cowboys que a los indios. Sale del closet y se convierte en un peligro porque lanza mortales “Ataques Yugoslavos” contra el Enroque de los indios.
Es sorpresivo y oportunista y con el mismo afán de defender a un preferido que el lambochess interesado. Dañinos ambos, porque defienden o tratan justifican cualquier evidente debilidad en la Estructura de Peones del adulado.
No importa la forma, es destacarse ante el preferido y acometer su función lisonjera a como de lugar, ni le interesa cuál sea el resultado de la partida, es hacerle ver al preferido que su preparación es buena, que no debe cambiar su estilo de juego ni mejorar su repertorio. Si a su adulado le dieron Jaque Mate fue porque Napoleón salió derrotado en Waterloo y la culpa del Mate la tiene el Emperador ajedrecista por haber perdido la famosa batalla. No es primordial reconocer los errores del jugador adulado, lo importante es justificar el desastre de partida.
Por suerte para el Ajedrez, el lambochess es una sub-especie en extinción. Como ser inferior a la especie humana, desaparece poco a poco con el desarrollo sociocultural de la familia ajedrecística y va perdiendo presencia entre nosotros, ya que cada vez se impone más la frase de Séneca: prefiero molestar con la verdad, que complacer con adulaciones.
Además, es una labor muy dificil y sufrida poder sobrellevar esa personalidad aduladora las 24 horas del día. Se debe memorizar cientos de chistes, mentiras, chismes y experiencias personales para mantener viva la chispa de su sucio trabajo ante diferentes preferidos o adulados. Ahora, sí se le pudiera solicitar a la Federación Internacional de Ajedrez que estableciera títulos magistrales: LF -Lambochess FIDE-, LI -Lambochess Internacional- y GLI -Gran Lambochess Internacional-; incluso un rating ELO. No propongo un match por el Campeonato mundial porque no habría un árbitro capaz de soportar una gran pestilencia en el saón de juego...
N. Pinal, Bakú, 07/09/2016
1 comentarios:
lamentablemente en todos los ordenes de la vida
existen los lambones,porque algunos por su ego los necesitan-Es una plaga como las ratas,imposible de exterminarlas. Eduardo.H.
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