“Las
virtudes del Ajedrez son tan innumerables como los granos de arena de un
desierto” (Proverbio árabe)
El Ajedrez es un juego que ha marchado a la par del desarrollo
de la Humanidad durante cientos de años
y que es practicado por millones de personas que comprenden, además de su
belleza, sus valores humanos y culturales.
La
práctica del Juego Ciencia no sólo proporciona satisfacción competitiva, también
aporta diversos beneficios a sus practicantes; investigaciones recientes permiten afirmar que
el mismo ayuda a retrazar la aparición de la
enfermedad neurodegenerativa llamada mal de Alzheimer. Asimismo, en los últimos años
se manejan hipótesis acerca de la utilización del Ajedrez como patrón para
tomas de decisiones en determinados procesos económicos.
Capacidades intelectuales que desarrolla el Ajedrez
Destacados
investigadores han reconocido los múltiples beneficios que brinda el Ajedrez en
las áreas del desarrollo de la capacidad intelectual y de las habilidades de
inteligencia emocional y afirman que el milenario juego constituye una
herramienta para el mejoramiento del coeficiente intelectual y el rendimiento
escolar de los niños y jóvenes que lo han practican.
Atención
y concentración:
esta es una de las capacidades que más rápidamente promueve el Ajedrez. El
desarrollo de una partida puede ser arduo, con múltiples alternativas y dentro
de un límite de tiempo significativo. Una desatención durante la partida puede
contribuir a realizar jugadas erróneas que conllevan a la pérdida de la misma.
Por lo tanto, el ajedrecista debe mantener un altísimo grado de atención y
concentración durante el juego. Este mejoramiento en la capacidad de
concentración se llega a manifestar también en otras áreas de desempeño de la
persona.
Análisis
y síntesis: Durante la partida de Ajedrez, el jugador
se enfrenta en cada jugada a múltiples alternativas y a la necesidad de contrarrestar
las amenazas del contrario. Esto implica que deba analizar múltiples
alternativas de respuesta y sintetizar cuál es la más apropiada.
Resolución de problemas y toma de decisiones bajo presión: durante la
partida, el ajedrecista enfrenta diferentes problemas para los que debe definir
y aplicar una estrategia de solución. Como el tiempo es un factor limitante en
las partidas de Ajedrez, deben también tomarse importantes decisiones sobre la
estrategia a seguir bajo la presión del tiempo.
Creatividad e imaginación: en
el Ajedrez no es suficiente tratar de seguir patrones de jugadas estudiadas o
practicadas previamente. A fin de lograr ventajas claras sobre su oponente, el
ajedrecista debe imaginar posiciones distintas a la que está presente en el
tablero y definir estrategias que le permitan llegar a ellas.
El razonamiento lógico-matemático: el tipo de razonamiento empleado en el Ajedrez es similar al utilizado en las Matemáticas. Algunas investigaciones han mostrado una importante correlación entre la práctica del Ajedrez y el mejoramiento de las habilidades lógico-matemáticas, fundamentalmente en los niños y jóvenes.
Habilidades de inteligencia emocional que desarrolla el Ajedrez
Control emocional: el desarrollo de una
partida de Ajedrez requiere de un alto grado de control emocional. Un jugador
no se puede dejar llevar por la ira o la frustración ante una mala jugada
realizada, pues podría no lograr recuperarse y perder la partida. Ante una mala
jugada propia, el ajedrecista debe actuar de forma fría para que el oponente no
lo perciba y definir una nueva estrategia para sobreponerse al error. El Ajedrez
también permite al niño aprender a controlar sus sentimientos de frustración
ante la derrota y convertirlos en energía positiva para enfrentar el próximo
reto superando los errores cometidos.
Sentido de transparencia: para jugar Ajedrez se requiere darle seguimiento a una serie de
reglas técnicas cuyo incumplimiento es penalizado. Tampoco, el jugador puede
culpar a otros de sus errores. Son sus propias capacidades y acciones las que
determinan su desempeño. El jugador debe aprender a ser honesto e íntegro
consigo mismo y con quienes le rodean. El Ajedrez se promueve la honestidad y la
integridad de la persona.
Adaptabilidad:
Durante
el desarrollo de una partida se presentan situaciones inesperadas, que exigen
al jugador adaptar sus estrategias de acuerdo a la nueva situación en el
tablero de juego.
Sentido de logro y autoestima: El Ajedrez es un combate mental en el que el dominio del carácter es importante para ir subiendo el nivel de juego mediante el estudio, esfuerzo y la práctica. La suerte no es un factor de importancia en el juego; es el mejoramiento de las habilidades y los conocimientos técnicos del jugador el que le hará vencedor. Esto hace que conforme se vaya mejorando en el juego, se vaya incrementando la autoestima de la persona y tomando más confianza para aprender y enfrentar otras situaciones.
Empatía: En el Ajedrez es muy
importante comprender la estrategia del oponente e interpretar sus emociones para
anticiparse a sus acciones.
Trabajo en equipo y colaboración: A pesar de ser un juego individual, en
el Ajedrez también se compite por equipos. Para tener éxito se desarrolla una colaboración
entre todos los miembros del equipo. Este mismo sentimiento de trabajo en
equipo y colaboración se desarrolla a nivel de los Clubes de Ajedrez, Escuelas
y Colegios. También, es práctica común en los torneos de Ajedrez el que los
jugadores analicen las partidas después de finalizadas, lo cual es un trabajo
ejemplar de colaboración para el mejoramiento y superación personal.
Iniciativa:
El
éxito en el Ajedrez requiere de mucha iniciativa y creatividad durante el
desarrollo del juego.